Día a día nuestros rostros tienen que lidiar con agentes dañinos externos como lo son los llamados “radicales libres”, que gradualmente contribuyen al envejecimiento prematuro de las células. Para lograr la neutralización de éstos agentes las vitaminas juegan un papel fundamental en la hidratación de la piel. Desde casa con estos simples cuidados y utilizando elementos naturales, puedes limpiar y a proteger la piel más delicada de tu cuerpo.
Limpieza
Humedece tu rostro y aplícale suavemente con movimientos circulares un limpiador facial, preferiblemente que contenga vitamina C o bien, que sea a base de árbol de té, reconocido por sus propiedades regenerantes a la piel, oxigenación de las células y demás efectos antisépticos y antibacterianos. Después de haber masajeado toda tu cara y cuello con el limpiador, acláralo con agua tibia (el agua caliente puede dañar tus vasos sanguíneos y resecar tu cara).
Exfoliar
La exfoliación elimina las células muertas e impurezas, lo que desintoxica y permite una mejor oxigenación de la epidermis. Mezcla en una taza una cucharada de azúcar, una cucharada de aceite de oliva (evitar si tienes el cutis graso) y luego agrégale ½ cucharada de jugo de limón. Con movimientos circulares expándelo suavemente hasta haber completado tu cara y cuello, evitando siempre el área de los ojos; enjuaga con agua tibia y finalmente seca gentilmente sin restregar.
Sauna Facial
Llena un bowl con agua hirviendo y agrégale tres gotas de aceites esenciales, (agita un poco el agua para activar los aceites). Manteniendo tu rostro unos 30 cm. separado del agua, colócate una toalla por encima de la cabeza y respira profundo durante 5 a 10 minutos. El vapor de agua abre tus poros para limpiezas de cutis y la recepción de los nutrientes de las mascarillas y lociones. El aceite de rosas ayuda a la piel irritada o seca, la lavanda se utiliza para pieles secas o normales, la camomila para pieles sensibles y el limón para pieles grasas.
Humectar
Para humectar tu rostro recurre a las mascarillas a base de vitamina C para restaurar la barrera de lípidos o bien una elaborada a base de miel de abejas, para balancear los niveles de aceites naturales. Mezcla una cucharada de miel de abejas con el jugo de medio limón, aplica sobre tu rostro y deja actuar por 10 minutos, luego enjuaga con agua tibia y seca gentilmente.